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lunes, 26 de agosto de 2019

¿ PREGUNTAS SI LO AQUÍ ESCRITO ES FRUTO DE MI ALBEDRÍO...? ¡ PUES CLARO QUE NO ES MÍO !

- ¿ Preguntas si lo aquí escrito es fruto de mi albedrío…?  ¡pues claro que no es mío!

 A veces plagio, otras mala copia y las más recuerdos, sí, remiendos de lo vivido y respirado, todo lo visto y sentido por el camino... algarabías, hastío,  ¡pues claro que no es mío!

Siempre mala reproducción de colores y sabores, burda imitación de aromas y besos sentidos, todo lo he transcrito de una vida, y de su río...  ¡pues claro que no es mío! 

A veces aguaceros visto desde unos quebrantos, también absoluciones que calman tormentos, absentas esclavistas, avaricias ensordecedoras, el infinito olor del mar... todo lo he copiado y pegado de un  spam genialmente titulado  "Experiencias de un tío..."  ¡pues claro que no es mío!

Hrjuan

jueves, 1 de agosto de 2019

ODA A ESAS BOFETADAS...

-Oda a esas bofetadas...

Aquellas que aceptadas esperadas y queridas, no se valoraban...

esas... que pasado el tiempo son añoradas con respeto y pasión, 

las del corazón... las que fundían cara mano y almas en candor.

Aquellas invoco yo en mis horas bajas, y para hacerle honor,

son esos ecos... los de mi amigo perdido quienes calma mi dolor,

el recuerdo de esas, sus bofetadas... eso me infunde fuerza y valor.
 
- Gracias a todos los que pasásteis y os quedasteis...

Hrjuan.


H.R.Juan

lunes, 1 de julio de 2019

NO CONOCÍA MADEIRA...


No conocía Madeira y aprovechando una escala bajé a pasear...después de un rato por el pueblito, me encontré en el paseo a una guapa chica que exponía en el suelo a modo de escaparate un montón de cuadritos, pinturas realizadas en simples cartulinas, y largo rato pasé deleitándome con ellas aunque sólo una de esas obras de arte fuese la que me llamase la atención. Más me llamó la atención el incesante ir y venir de turistas por esa inprovisada e itinerante exposición, y el que ella no hiciese gala de las por todos consabidas dotes de vendedor callejero... pues ni miraba a los que detenian su paseo para contemplar los cuadritos, y mucho menos ofrecía o informaba sobre las pinturas y sus precios u otros detalles. De forma espontánea empecé hablar con unos y otros turistas que paraban, miraban, y murmuraban sobre lo bonitos que eran o cuál sería su precio. Queriendo hacer de intermediario por educación y algo más..., empecé a hablar con un matrimonio español, y fui yo quien le preguntó a la chiquilla el precio de una de las pinturas, ella me contestó en inglés que no me entendía y que no hablaba portugués, entonces, me di cuenta de cuál era el problema... y amablemente hice de traductor entre ella y algunos turistas, lo que dio como fruto algunas ventas y mi acercamiento a ésta que, "aunque inglesa..."  sí era una linda jovencita. Pasada una hora más o menos, la afluencia de compradores descendió dando paso a un cigarrillo, una cocacola y algo de conversación en la que se me desveló la procedencia de dichos cuadritos, su novio. Bueno... descartada mi segunda opción y ya olvidada la primera, comprar la lámina, no quise irme inmediatamente pues, no quería parecer un perrillo ahora cabizbajo y desprovisto de lo que antes parecía su seguro y apetitoso hueso, aunque... seguro que por momentos me fue difícil ocultar que me había quedado prendado de la anglosajona y, todavía estuve un buen rato hablando con ella. Al acercarse el momento de mi embarque decidí irme con algo de tiempo, ella, cariñosa, dulce y agradecida por mi ayuda y compañía, me dijo que eligiese uno de los cuadritos y que con gusto me lo regalaba, ¡allí estaba todavía el segundo cuadrito que me llamó la atención!,  y al que he de agradecer esta historia y el recuerdo que guardo de aquella tarde en Madeira. ¿Os gusta...y la forma en que finalmente se vino conmigo el cuadrito?  Cuando sea viejito servirá para en el ocaso de mis fuerzas, remontar a la vitalidad que una tarde me insuflaron unos ojos del color de la campiña inglesa, animándome a vender el mundo al mundo, y sirva también para ganarme por unos minutos la atención de algún joven, y ahora la vuestra, con la historia de que, "¡el abuelo Juan era un echao palante de cuidao!"

viernes, 1 de junio de 2018

EL ANTÍDOTO DE LA LUJURIA SE LLAMA "CHONI"...




El antídoto de la lujuria se llama "Choni",,.

A las 8:30 y tomando mi primer café, ella quiso a toda costa llamar mi atención utilizando sus noventa decibelios, también sus brazos que a modo de molino de viento y pertrechados de esas manos... engalanadas con unas uñas dignas sí... de actriz hortera desvergonzada y provocativa, que sin duda es lo que parecía. Brazos, manos... toda ella se movía de un lado para otro y por encima de las cabezas de sus dos amigas que por sus caras tambien lo flipaban... y para que todo el bar pudiese ver de dónde salía esa estridente voz, que dirigía a esa persona sentada frente a ella en la mesa contigua, a dos metros y medio, a mí... y no me dejaba otra salida que adentrarme en el periódico para esconderme de esos penetrantes y llenos de tinta ojos cual festival del color en la India ¿porqué a mi?...

Decibelios y miradas que mi vecina de mesa francotiraba llamando mi atención, buscándome por encima del periódico, agazapada pero asegurandose de que la veía, y que con todo lujo de detalles me enterase de cómo ella lavaba la ropa, con una destreza y pulcritud... sólo equiparable a la de los mismísimos Ángeles, los que anuncian el queso Philadelfhia en la tele. De pronto, sin aviso previo... se levanta, yo en un principio la veo y solo recuerdo aquel soterramiento bajo el periódico como uno de los agujeros más oscuros y fríos que he visitado. Ella, sin dejar de buscar en  mi "sepultura"... se estiró aún más y cogió los pantalones por la cintura "arremangándolos" hasta el pecho de dos sendos tirones,  los estiro hasta despegar sus pies del suelo las dos veces para itso facto, tirarse... espanzurrarse  sonoramente en la silla como un peso muerto, ni qué decir tiene, me empecé a preocupar, más....  Una vez bien tirada en la silla y sin dejar de mirarme... también digno de encomio viendo el paño... bueno, ella continúo en su adoctrinamiento en aras de erradicar la inmundicia en todos los calcetines del planeta . Con una envidiable metodología era capaz de poner una lavadora con ropa de color,  y de cómo su ortodoxo bien hacer la situaban por encima de todas sus vecinas de barrio en estas tareas, también de Paquita la del cuarto, y por supuesto... en estrecha simbiosis con el universo micro perlas jabonosas, los calzoncillos azules y las camisetas naranjas de su hijo, eso sí… de marido alguno dijo nada en todo su desparrame verborráico, lo que me dió una clara idea de lo que buscaba, y que otras prendas estaba muy dispuesta a pasar por su Balay Cuántica XJ3400Plus lacada en verde lima. Y en esta línea transcurría mi café, como podéis imaginar... opté por hacerlo más corto que de costumbre, de hecho, allí quedo a medias mi cafe mientras, sin dilación me dirigí hacia la puerta buscando ese sucio aire impregnado de saludables hidrocarburos con los que tintar perpetuamente mis pulmones ropa y alma ¡¡¡ por favor...!!!

Pasadas cuatro horas de trabajo, y de este fatal encuentro... vuelvo a la cafetería, estoy en mi segundo café del día en mi sitio de costumbre, nada más entrar me invade una intranquilidad un desasosiego incomodo... y entonces lo recuerdo, sucedió esta mañana...  No hago más que mirar a la puerta esperando aterrado que aparezca la pavorosa y desagradable chica/choni con un aspirador en la mano, queriendo demostrar al mundo, y más directamente a mí gritar, y aspavientar con las convulsiones de su cuerpo, la narración de sus también virtudes con las alfombras de pelo largo.

Intento reponerme y aparentar tranquilidad…pero hasta mi camarero, mi amigo "Guille" algo ha notado y no ha podido por menos que preguntarme si me encuentro bien… balbuceando y visiblemente afectado, sudoroso, sin poder casi respirar....habia entrado en pánico..... pero con todo y eso no perdí de vista la puerta de entrada en ningún momento. Mientras... Guille, seguia esperando mi respuesta,  a lo que le espeté; te he dicho a....30 grados, bueno, creo, pssss eso espero... mi amigo viéndome "raro" ha asentido con la cabeza mientras con desconcierto me sondeaba con la mirada intentando adivinar el despropósito de mis palabras,  después, se ha alejado mientras levemente levantaba los hombros e inclinaba la cabeza en señal de desconcierto. ¡Desconcertado y atemorizado estoy yo, no te jode...! si este supiese lo que yo he visto... y...  ¿qué le he contestado al "Guille"?... bueno bueno, se terminará corriendo la voz de mi problema con las manchas de chocolate, coño!!!! Sólo quiero tomarme un coffee tranquilo, coño!!!! solo quiero que este planeta blanco nuclear me deje en paz un rato, no quiero hablar ni escuchar nada ni a nadie, no puedo, y mira por donde... después de esta experiencia me niego a hablar con cualquiera que no pueda demostrar mediante Certificado Debidamente Compulsado(CDC) que ha sido desoxigenado convenientemente al menos a 60° en un programa largo.

Alguien abre la puerta del bar...un sudor frío y su centrifugado recuerdo paralizan mi cuerpo y mente, el miedo me impide moverme, no encuentro el valor necesario para mirar a la puerta, he de irme… necesito salir de aquí, ¿no sé cómo he vuelto? cómo voluntariamente me he vuelto a exponer a su posible martirio, estámuy reciente ¿seré masoca, será el karma, seguro que es ella...
No puedo entender que me pasa, porqué he vuelto al bar, a esta silla de tortura, a esta misma mesa… definitivamente me va la mancha, es decir... la marcha, he de salir de aquí, lo mejor será ir a casa y poner una lavadora, quizás así, sí… seguro esa es la forma, me enfrentare directamente a mis miedos, a mis demonios... primero los pondré a remojo,  si me ciño a los parámetros hoy revelados... si no me salto ninguno... de paso quizás pueda limpiar y calmar mi alma, eliminar todos sus restos de mi antes tierno e inmaculado raciocinio, dañado ahora por un templado programa de sintéticos a 30º.
Espero con el paso de los días ir reponiéndome... necesito estar tranquilo, no sé si algún día volveré a ser el mismo, recobraré mi tranquilidad  y no recordaré el miedo y la angustia que hoy siento al mirar la puerta de entrada pensando que esa u otra Choni y sus lavados en modo ahorro, puedan aparecer de nuevo en mi hasta ahora inocente vida. y es què… estas cosas dejan mancha, un gran cerco en el aura, que a lo mejor… a 90° y con el maravilloso jabón ese... algún día, pueda volver a ver limpia, impoluta de desagradables restos de comida y recuerdos "chonianos", que te cambian la vida y desde luego... te bajan la lívido .

HRJuan.

sábado, 21 de mayo de 2016

TRECE LETRAS...


Trece letras...

Hoy vi escritas esas palabras, esas que anhelaba leer, que deseaba ver, y aunque tempranas sí, más... eran las que quería oír, también por sorpresa eran llegadas.
 Por un momento dejé de respirar, creí estallar...¡Respira!, dijo algo desde dentro de mí, y yo... no quería, no podía, aún abandonándome la vida, ahora sentía. ! Respira! -repetía... ! Respira! mientras... el efecto de aquellas palabras me  habían colapsado y por un momento también me impedía ver y oír !Respira...! escuché decir, y entonces, una bocanada de oxígeno inundó cada una de mis células haciéndolas chocar unas contra otras cual autos locos, y el corazón... que antes sin latir era lo único que podía oír… volvió violentamente a bombear sangre arrancándoselo a la muerte para insuflarle vida. Una vida que ahora se antojaba a mis ojos, con más luminosidad... llena de vivos colores y matices que antes no percibía.
 ! Quería morir, ahora que de nuevo respiraba, la apnea deseaba, quería vivir en ese vendaval de sensaciones perpetuamente... ese primer impacto, ese segundo, vivir el!...
Era ahora, cuando la calidez de su recuerdo en un café, me traen el irresistible apetecer por el brillo de sus húmedos labios, pero era ahora cuando se hacía más real... tras el volar de "trece letras" que desde sus manos me hacía llegar.
! Eso es de locos me dije... el solo valorar la idea de que tres palabras puedan inundarte con tal fuerza, que tus cimientos hagan tambalear... !loco hay que estar! Pensar sobre el hecho de que "trece letras" puedan hacer salir con fuerza un valor olvidado, y tiempo atrás firmemente enfundado, preparado de nuevo para pisar el campo de batalla y con vehemencia  por un sueño luchar, eso es de loco estar, loco de atar...
¡Embriagado por la posibilidad de los sueños hacer realidad!... este es el impulso que siempre nos hace saltar a este tipo de ilusionantes abismos, esta estimulante idea nos da fuerza para luchar. También tú "me gustas mucho".

H.R. Juan

lunes, 16 de mayo de 2016

CRÈME GLACÉE (El helado)


Crème Glacée (El helado)

Antwan, que así se llamaba y del que más tarde conocería su nombre y más, era un joven nigeriano de veinti seis años que vivía en una pequeña ciudad del norte que yo visitaba por segunda vez, por algunos días, por trabajo.
Aquella mañana, salí del hotel para asistir a una reunión, nada más pisar la calle Antwan me abordó para conseguir algunas monedas con las que costearse esas cervezas que consumía a diario en un pequeño garaje frente a mi hotel, donde el dia anterior. a mi llegada, ya le había ubicado. Al acercarse a mí, se dirigió en un francés seco, casi sin acento y sin mucha atención gramatical en su largar...
-"¡tío!", me dijo,- "seguro que un tipo guapo, bien vestido y que se hospeda en el mejor hotel, tiene un par de monedas en su bolsillo para un pobre chico que no tiene nada"...
 Su desparpajo me atrapó de inmediato provocando mi sonrisa, y aún no siendo aconsejable ni común en mí entablar conversación, ni tan siquiera mirar o contestar nada a las no pocas personas que me abordaban a diario por la calle, me hizo gracia... me ganó, y poniéndome a su altura le contesté:
-" un joven guapo como tú... seguro que tiene a más de una mujer dispuesta a pagarle un helado…"  
De inmediato frunció el ceño, -¿un helado? , dijo... aquel engreído y grande, muy grande muchacho, me miraba buscando en mí la burla, la ofensa o más allá...como si en ese momento dispuesto estuviese a emprender una cruzada contra mí en defensa de su honor.
 Lo cierto es que en aquella apartada ciudad, el consumo de helados no se había generalizado, y sólo aquellos de clase alta tenían acceso a ellos, pues los fabricaban en sus casas para consumo propio.
 Por un momento me sentí bastante nervioso y con tres bofetadas en mi blanca cara, inmediatamente empecé a pensar una forma de salir de aquel entuerto sin mi cara colorada por esas tortas que sin duda podía calzarme... Observándole más detenidamente caí en que realmente era un "dandy", sin duda,  aquel chico era el "macho alfa" del lugar. Su cuidada imagen... unida a su actitud y porte chulesco, transmitían esa aureola que sólo aquellos avalados por la seguridad de su juventud y fuerza transmitimos,  por lo que di por sentado que debería ser buen amante y conocedor de los secretos de más de una de las alcobas que por aquellos perdidos lares seguro también había. Esto fue lo que me dió la idea para establecer un símil,  una metáfora entre su seguro conocimiento de las mujeres y los helados, (que jamás había catado vista su actitud), para salir airoso de esta nada cómoda situación en la que mi cara tenía todas las papeletas para ganar el premio a la más rosada a base de tortas, de toda África. 
Mi cabeza saltaba de una idea a otra pasando por las tortas a una velocidad endiablada, en esos dos segundos que tarde en reaccionar buscando una solucion tambien pensé en mi chica, mi compañera, mi pareja, mi amante, aunque llevábamos poco tiempo... ya se había convertido en mi amiga. Fue ella y el luego demostrado idealizado amor que nos procesabamos... donde me apoyé para afrontar con seguridad este reto por otra parte nada sencillo, pero de este lío sólo el ingenio podía sacarme, y me dejé llevar por mi intuición.  
Ese chico no dejaba de mirarme con sus grandes e inquisidores ojos,
 -" bueno bueno... tranquilo", le dije..." te voy a explicar que es un helado ,  ¿cómo te llamas? "-
-Antwan, dijo,
- " ok Antwan, los helados son como golosinas frías, los hay de muchos sabores y son de hielo o leche, vienen envueltos, igual que las mujeres a las que hay que desvestir para saborearlas y beber de su esencia, a los helados has de quitarles con suma delicadeza el envoltorio para poder disfrutar de éllos... ”
 En este momento... su pícara sonrisa sobrepasó fronteras haciendo que todo se iluminase, mientras... su interés crecía y crecía por segundos, incluso me hizo sentir incómodo, entonces pensé que de las tortas íbamos a pasar a los abrazos… luego lo entendería mejor... pero en ese instante y de forma fugaz también pensé en cambiar de analogía... aunque sólo era necesario mirar su gran sonrisa y esos ojos que se le salían de las cuencas, para proseguir el relato, y mi rápida, pero estudiada defensa ante esas dos grandes manos que le escoltaban, y que ahora, el júbilo le hacía batir de lado a lado para casi aplaudir, bueno...sin casi..., !aplaudió¡ al tiempo que se inclinaba hacia adelante y su fuerte risa socarrona retumbaba de casa en casa a cien metros a la redonda, más tarde lo entendí...
-Pues bien Antwan, continué... “el helado, además y al igual que una mujer hermosa”, aquí me interrumpió para dejarme claro que no estaba casado pero sí tenía amigas, (más de una). Solo era necesaio ver su cara, el haber acertado de pleno con mi contar  tambien me hizo alegrar al ver que no había perdido ese mi sexto sentido con las personas y el reconocimiento de éstas a simple vista, eso siempre he creido yo... 
Pícaramente sonreía, mirándome mientras sus ojos ya habían tornado a la amabilidad y a la atención ante mi explicación, tampoco articulaba palabra,  sólo asentía con su cabeza mientras no dejaba de sonreírme manteniendo sus dos grandes y profundos ojos marrones abiertos de par en par para no perder detalle, no recuerdo verle pestañear...
-“ Pues sí amigo Antwan...” proseguí mi relato de lo que para mí era un helado, o mi forma de explicarlo, ahora ya... y  respirando rítmica, calmadamente al verme lejos de esas dos enormes palas que por manos exhibía y que en los bolsillos de su pantalón ahora descansaban.
-“Un helado amigo es como una mujer, una tierna caricia para los sentidos, es abrir los ojos y verla a ella, acercarte despacio hasta estar a su altura sin dejar de mirarla a los ojos, olerla.... -mientras, yo era consciente de que empezaba a desbarrar... pero el recuerdo de su cara y animo anterior daban miedo, y ahora ¡se lo estaba pasando pipa!… creo que si hubiese parado entoces si me habría pegado...  en ese momento me interrumpió diciéndome para mi sorpresa  - "al hielo” no se le pode dar besos, los labios se pegarían al hielo. te los arrancaria al tirar para despegarlos", salté de inmediato….
- “Pero bueno... ¡yo pensaba que no sabías que era un helado !.
-“ Sí sé lo que es, en la casa,señalando el final de la calle... la mas grande, me invitan a uno cada vez que voy a algún recado” dijo socarronamente, lo que pasa, prosiguió... es que eso de los helados... eso es para los niños, yo prefiero una gran y fría cerveza amigo.
-“¿Y por qué me has dejado seguir con mi explicación?”, le increpé, me contestó que le hacía gracia ver mi cara blanca de susto y también que le había encantado escuchar la explicación de esas cosas… y que le había alegrado mucho conocerme de esa forma, también me pregunto mi nombre.
-“Juan”, le dije
-“Juan, dijo él, eres un tío muy divertido y creo que vamos a ser buenos amigos, tenemos que celebrarlo con unas cervezas, ¡venga vamos...!
 Automáticamente fui consciente de que tenía un nuevo amigo, amigo que al igual que yo, hacía gala de su guasa, inteligencia,  y este además físicamente era una bestia.
 Le expliqué que me esperaban, que en ese momento ya había perdido mucho tiempo aunque me alegraba haberle conocido pero ahora debía irme... que cuando llegase por la noche le buscaría en aquel garaje para celebrarlo, ahora el no podia dejar de sonreir...
Y esta es la historia de cómo un joven chico de una aldea perdida me puso en un aprieto para regocijo de los dos, y de cómo el comodín de las mujeres me libro de un buen par de bofetadas... haciendome ganar a partir de ese momento, gran amigo.

 Esa noche le busqué y como ya era notorio... una buena y gran amistad sé perpetuó entre nosotros creciendo año tras año, buscándole cada vez que visitaba la zona, y las muchas y muy gratas experiencias que con el viví en aquel garaje, y después... en los años posteriores, con su prolífica y fantástica familia de la que puedo asegurar que también es la mía…

HR Juan

jueves, 12 de mayo de 2016

EL PEQUEÑO BATÚ

Te voy a contar una bonita fábula escrita en 2014 por HRJuan.
Esta historia nació en un café, una mañana en la que nuestro amigo se disponía a desayunar. Como siempre y con agrado aquel camarero se acercó con su mejor sonrisa para preguntarle qué es lo que aquella mañana deseaba tomar, Juanjo, conocedor de sus ricos croissants caseros, sólo pidió un café...
Después de un rato sumergido en su café y en la prensa, el camarero se aproximó, ávido como siempre  de su conversación, y el desglose que Juan a diario hacía de la prensa y la actualidad, ya no en la radio, si no en exclusiva para él.
       Aquel día el camarero se sentía parlanchín y con verborrea fácil, así que, con un precipitado arranque, decidió que sería él quien diera esa mañana la pauta en la conversación con nuestro amigo eligiendo el tema a tratar,  y enseguida recordó que la noche anterior había visto un reportaje en la "2tv" sobre la India, reportaje centrado en la vida y riguroso trabajo al que eran sometidos diariamente los elefantes por sus dueños y adiestradores.
 José, le escuchó atentamente mientras en su cabeza se fraguaba un símil sobre estos gigantescos y nobles animales manejados a su antojo por pequeños hombrecitos de no más de cincuenta kilos.
 Juan José inmediatamente relacionó esta nuestra sociedad con aquellos elefantes controlados cual marionetas por sus insignificantes dueños, y, tras unos instantes,  como siempre, y sin saber muy bien cómo, hilvanó una corta pero jugosa historia.
 HrJosé esperó pacientemente a que su camarero favorito Italiano volviese a aparecer con algunos minutos libres para contarle su fábula. Y así fue.
 Ricardo no tardó en abordarle de nuevo para alimentarse con su ración diaria de aquella visión que del mundo le ofrecía su ambiguo amigo, ya que el que no se correspondiesen su imagen y pensamientos también  llamaba su atención hacia su "amigo", HRJuanjo, pues... las ideas de éste siempre rozaban la revolución, y sin duda creaban en él un fuerte contraste con su vestimenta al almidón.
HrJuan, le miró y le dijo:        
        -“Te voy a contar una historia que ha surgido de esto que me acabas de contar sobre los elefantes asiáticos” , le contó nuestro amigo Juanjillo a Ricardo, y a éste se le abrieron los ojos de par en par y se le  iluminaron como si de candiles de teatro se tratasen, y como ya era costumbre en él, llegadas estas situaciones, se olvidó de su profesionalidad y con los brazos cruzados sobre la barra y su cabeza apoyada en ellos se dispuso a escuchar  aquello que tanto le gustaba: mis historias...
-“ Vale Ricardo”, le dije, “hoy me has dado una idea al hacerme ese comentario sobre los elefantes y sus amos ; Será una fábula corta, donde la sustancia está en la forma en que tú veas esta metáfora y su moraleja entre la educación social  y la fuerza que cada uno de esos individuos podría sin duda canalizar para romper con las ataduras educacionales que tanto nos marcan y definen nuestro comportamiento como ser humano. Espero que te guste, es para ti, y la he titulado,  "El pequeño Batú"....”

            Batú, que así lo llamaron al nacer, era un elefante asiático de dos meses que  no medía más de un metro desde el suelo y pesaba unos 90 kilos. Desde bien pequeño se acostumbró a la ausencia de su mamá, que trabajaba arrastrando árboles a través de la selva nueve horas al día.
 Batú tenía como único e inseparable amigo , a través de una soga, a un pequeño arbusto indio que nunca llegó a alcanzar más de metro y medio ni en su plenitud, y del cual, con el paso de los años, (puesto que siempre lo ataban a éste una vez volvía de la selva y de su baño diario para que se secara), supo esperar cada temporada a sus frutos para degustar esas bayas que su amigo le ofrecía y colmaban de dulzura su alma , haciéndole sentir merecida la espera anual como si de tu mes de vacaciones se tratase.
-¿Entiendes Ricardo?
 Poco a poco veía como le cambiaba la cara.
            Batú sólo era consciente de su gran fuerza cuando arrastraba esos enormes árboles a través de la selva para sus minúsculos y frágiles dueños, y aunque su ahora pequeño amigo le llegaba por las rodillas, nunca pensó en la posibilidad de romper la cuerda que a él le unía para irse a la cercana libertad que la selva le brindaba día tras día, año tras año.
-Y ya está, Ricardo...esta es la historia de hoy, la de nuestro amigo Batú que pasó toda su vida , por costumbre o falta de miras, trabajando para esos insignificantes seres y atado a un arbusto de no más de un metro que le brindaba una exigua recompensa una sola vez al año y sólo por unos limitados días, pudiéndolo haberlo arrancado con sólo irse caminando y haber encontrado cientos de árboles y arbustos llenos de fruta por toda la selva a diario durante su larga vida.

            Ese día fue muy triste para Juanillo, su fiel camarero no volvió a ser el mismo, los focos de su ojos se apagaron y nunca más volvió a ser el mismo conmigo.
 Ya no esperaba con ansiedad cada mañana mis sentencias, y se le veía más ocupado, más activo, como si siempre estuviese preparando algo, y también descubrí en él una nueva faceta: que sin duda antes no estaba en su ser.
Todas las mañanas seguí yendo a su establecimiento para desayunar y con alegría pude ver que cada vez más buscaba la calle,  el contacto con sus amigos y su familia, hasta que una mañana Ricardo ya no estaba. El nuevo propietario me dijo que se había ido fuera, que había cogido a su familia  y en un barco que compró con el dinero que le dieron por el restaurante se habían ido a empezar una nueva vida.
-“ No sé qué locura le ha entrado", dijo.
El nuevo propietario me preguntó si yo era Juanillo, su amigo, perplejo le dije que sí y me comentó que Ricardo había dejado algo para mi. Me entregó un sobre y, al abrirlo había un papel en el que sólo había escrito una palabra, un nombre "BATÚ" y a modo de firma, en la parte inferior, un “GRACIAS” escoltado de admiraciones, mirando mejor dentro del sobre, en el fondo, había dos pedacitos de cuerda deshilachados por uno de sus extremos , como si antes sólo fuesen uno, como si al tirar de sus extremos la fuerza de la tensión los hubiese separado para siempre, sin duda... era la soga de Batú.
Y hasta aquí esta historia, ahora te toca a tí sentirte o no Batú.
 Mantén tu visión, escucha a tu corazón, no seas otro mediocre en constante depresión , no seas otra oveja más por el camino Real.


¿Tu Batú?

HRJuan

LA RADIOGRAFÍA

La radiografía ...
Hasta cerca de las dos estuve dando vueltas por la casa, no podía dormir , recogí todo, cosa fácil pues gato sólo soy y limpio a cada rato, no obstante, no estaba tranquilo y el tiempo maté también en prepararme la ropa para el día siguiente. Ya todo preparado me fui a la cama y después de mis obligadas oraciones,  más por calmarme que por plañidera y atemorizada devota...( aunque si es cierto que me gusta pensar en que algo hay, algo bueno... y es a ese constructor y sus albañiles a los que prometo fidelidad y pido ayuda las noches que me acuerdo), pues eso... intentaba dormir pero no había manera, y tenía  que madrugar ... ni con rezos ni invocación alguna, empecé a dar vueltas por la cama hasta desarmarla cual corral, no podía dormir, por fin, cansado de dar vueltas me quedé dormido no antes de las tres de la madrugada.
 Esta mañana, cual gallo puntual, el despertador me echó a andar a eso de la siete de la mañana, sin perder tiempo...una ducha, un cigarro y la ropa. Estaba ya preparado para salir cuando mi cita con el fotógrafo de interiores llegaba, tenía media hora para cruzar la ciudad y llegar a tiempo, estando bien pertrechado, pues hacia frío con una camisa de manga larga, chaqueta , pantalón marrón muy calentito, mis botas de siete leguas, bufanda, mi inseparable bolso provisto de gorros de lana y de agua y como no, el paraguas... di salida a la maratón. Corre que te corre, ahí voy yo cual pato mareado y medio dormido saltando semáforos y esquivando a otros participantes que a la misma carrera se habían apuntado," no, si al final ganaré alguna medalla..., por fin¡¡¡... con lo que siempre me jodio que me llamarán campeón" , hoy a lo mejor , y a este paso sí podrían darme una medalla, y llevar mejor eso de "¡hola campeón!" y con orgullo mostrarla .
 Mi corazón no dejaba de latir cual tambor al comienzo de la batalla y de igual modo que la noche pasada mi intranquilidad iba in crescendo. Mientras caminaba le decía a mi corazón: " tranquilo tranquilo, todo va a ir bien" pero como es habitual en él ,no suele atender a razones...e iba a su bola. Ya llegando al hospital, justo antes de entrar, en la misma puerta volví a dirigirme a éste: " ¡has de estar tranquilo, no quiero problemas...aquí son muy quisquillosos y por menos de lo que piensas nos pueden montar un pollo, y yo...ahora te necesito, por favor baja el ritmo!"
 Mientras esperaba en una sala frente al estudio fotográfico sonó el teléfono, era ella... este corazón mío que es un aspaventero , como loco se puso a trotar de un lado al otro de mi caja torácica , lo tranquilicé en medida y contesté... "estoy bien , aquí....a ver si me llama la paparazzi y acabo", recuerda, me dijo... hemos quedado para tomar el vermut , ¡como para olvidarlo! pensé, toda mi preocupación era esa , bueno y que no reventara mi corazón, o que le diera por poner caritas o hacer muecas raras en la sesión fotográfica, ¡¡siiiii estoy bien...luego te veo cielo¡¡, le dije , y colgué. Quería terminar la conversación rápido...este corazón mío es un entrometido y estaba pendiente de todas y cada una de sus palabras, y no quería que se alborotara más.  Por fi me hacen pasar a la sala , la enfermera muy amable y viéndome con carita de susto , me dijo que íbamos a tardar poquito y que me quitara la camisa, a mi no se me quitaba de la cabeza que iban a sacar a este tontorrón en la foto alteradísimo e iba a ser un problema.... La prueba transcurrió rápido, mira para acá...coge aire, mira para allá...coge aire, ¡hala ponte la camisa, ya te puedes ir!, ¿ha salido todo bien? pregunté , -sólo lo he mirado por encima me dijo pero como destacar diré que tu corazón no deja de sonreír, nunca vi algo así , sabes? estaba bailando, cantando y saltando creo que era el Monwalker lo que hacìa ,y además desprendía una intensa luz, chico...tienes mucha suerte ... no sé que le has hecho o dicho pero se le ve feliz,  pletórico , -¿entonces ...me lo puedo llevar ?, -creo que hoy no podríais vivir el uno sin el otro, anda iros de aquí y disfrutar del día , hoy tiene muy buena pinta el día para vosotros, seguir así no cambies, ¡vivir.....!!!
   Yo siempre soy amable, aunque éste sea un loco...cogí mi bolsa y abriéndola saqué un caramelo de menta y limón que con cariño y ahora tranquilizado le di a la enfermera, la cual me agradeció con sorpresa y amplia sonrisa. Estaba feliz, este diablillo se venía conmigo,o yo con él , el caso es que nos íbamos juntos y, después de que todo saliese bien no tuve valor para reprocharle sus bailecitos y algarabías demostradas en la realización de las fotos para el Book. Creo que si no estuviese...lo echaría de menos,  ya me he acostumbrado a sus estados de locura , de alteración , a esos acaloramientos que me provoca continuamente dejandome en evidencia, creo que sin el no sería yo. Y, ya verás ahora... cuando vea entrar por la puerta del bar a ese corazón que desde hace días es el motivo de su alegría, pues no voy a frenarle, le daré rienda suelta... hoy tiene permiso para lo que quiera. Aunque un poco gamberramente, pues ya veré las fotos... y estoy seguro que por vergüenza, la enfermera no me contó todo lo que hacia este gamberro, se ha portado muy bien,  y no ha hecho ni demostrado nada que yo no sintiese,espero seguir con el mucho tiempo y disfrutar de estas experiencias tan bonitas y que tanto nos llenan y alteran a los dos.

 Para esos otros corazónes que tanto nos alteran y demuestran reciprocidad a nuestra locura.

HR Juan